Popularmente se considera a la meditación como un componente de las religiones orientales, si bien esto no es exacto.La meditación ha sido practicada durante más de 5000 años con propósitos intelectuales, religiosos o de salud. Actualmente al menos un estilo de meditación se ha probado efectivo para aumentar el cociente intelectual, mejorar la memoria e incluso cambiar partes del cerebro.
Otros estilos de meditación otorgan igualmente distintos beneficios a la salud, mental y física de sus practicantes, especialmente un mejoramiento de la inteligencia emocional y del sistema inmunitario.Entre los más comunes se encuentran el alivio del estrés y la bajada de la presión sanguínea.
La palabra 'meditación' viene del latín meditatio,
que originalmente indica un tipo de ejercicio intelectual. De este modo, en el
ámbito religioso occidental se ha distinguido entre «meditación» y
«contemplación», reservando a la segunda un significado religioso o espiritual.
Esta distinción se vuelve tenue en la cultura oriental, de forma que al
comienzo de la influencia del pensamiento oriental en Europa, la palabra
adquiriría un nuevo uso popular.
Este nuevo uso se refiere a la meditación
propia del yoga, originada en la india. En el siglo XIX los
teósofos adoptaron la palabra «meditación» para referirse a las diversas prácticas
de recogimiento interior o contemplación propias del hinduismo, budismo y
otras religiones orientales. No obstante, hay que notar que este tipo de
práctica no es ajena a la historia de Occidente, como muestran descubrimientos
de vasijas celtas con figuras en postura yóguica.1
La meditación se caracteriza normalmente
por tener algunos de estos rasgos:
·
Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente
·
Un estado experimentado cuando la mente se disuelve y es libre de sus
propios pensamientos
·
Una concentración en la cual la atención es liberada de su actividad común
y es focalizada en Dios (propio de las religiones teístas)
·
Una focalización de la mente en un único objeto de percepción, como por
ejemplo la respiración o la recitación constante de un vocablo o de una
sucesión de ellos.
La meditación no solo puede tener
propósitos religiosos sino estar también enfocada en el mantenimiento de la
salud física o mental, e incluso puede tener propósitos de conexión cósmica
para encontrar respuestas a preguntas universales que a lo largo de la Historia
el ser humano ha tenido, existe una amplia variedad de guías y enseñanzas para
la meditación, que van desde las que se presentan en las religiones hasta las
terapéuticas, pasando por las ideologías propias de ciertos individuos.
Estudios científicos han demostrado que algunas técnicas de
meditación pueden ayudar a mejorar la concentración, la memoria y
mejorar el sistema inmunitario y la salud en general.
Meditar, según el zen, es la condición natural de la conciencia humana, capaz de comprender por sí sola el significado de su existencia, aun si esto ocurre a nivel del inconsciente. Esta percepción se interrumpe por la agitación o el interés en los asuntos particulares que absorben nuestra atención. La práctica de un sistema o rutina de meditación devolvería a la mente a ese estado básico y primordial. Algunos maestros zen dicen que meditar es «tocar el corazón» del ser humano.
Para mi meditar es explorar tu universo, descubrir misterios, acercarse a la verdad, entrar en un estado de control total, relajación, simplicidad, contacto directo con tu espiritu y Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario